jueves, 28 de noviembre de 2013

La controversial participación de los niños en las Artes Marciales Mixtas.

Por Hugo Armando.

Hace unas semanas me topé por casualidad con el tuit de un activo y muy solicitado tuitero, (un centenar de miles de seguidores) que agregó a un artículo sobre las AMM infantiles  el siguiente subtítulo: “Por fin sucedió: hay peleas tipo UFC de niños. Espérame, Mafalda: yo me bajo junto contigo.”
El artículo es el siguiente:
 
 
Título: Dentro del [escandaloso; exorbitante; atroz; monstruoso]*mundo de las peleas infantiles en jaula: Pequeños niños entrenados para atacarse unos a otros en Jaulas miniatura en América.  
 
*La palabra en el título en inglés es: "Outrageous", cuya forma sonora provoca una sensación bastante grotesca. Gane o Pierda en la traducción al gusto del lector.
 
El artículo, es una opinión derivada de un artículo de CNN: http://cnnphotos.blogs.cnn.com/2013/10/25/kids-mma-2/
 
La construcción del texto no repara en hacer críticas llenas de palabras grandilocuentes con connotaciones negativas, adjetivaciones que parten de la palabra: “brutalidad”. Si en pocas líneas, y por si el título no fuera suficiente, se irá enterando de un mundo que de la mano del autor parece un club de pelea de perros.  Pobrecitos niños. (Estimado editor, agregue ironía al gusto)
El resto de mis opiniones sobre el tema son harina de otro costal.
Ciertamente, hay muchos asuntos que convergen aquí, temas que son tan complejos como la paternidad y la educación de los hijos, y la crítica a los medios que promueven el deporte con explícita violencia sin contexto, donde cabe ahí también la ética y la capacidad crítica, en fin, tantas cosas.
 
En lo que respecta a la participación de los niños en las AMM, los reglamentos se ajustan, se protege a los críos, incluso los golpes a la cabeza están prohibidos, y sobra detallar en el cuidado tan profesional que se tiene sobre los muchachitos, que además reciben el estímulo de los padres para tener un buen comportamiento, antes, durante, y después de la pelea. Es obvio que hay casos de padres, que no son menos estrictos que aquellos que convierten a sus hijas en máquinas competitivas para shows de talento, que son como la antesala de los concursos de belleza, y ciertamente habrán padres que parezcan dictadores, pero, no olvidemos las dos caras de la moneda, y que la realidad existe fuera del encuadre.
 
La etapa formativa de los hábitos para los niños es muy importante. La plasticidad cerebral que tienen y su capacidad de consumir energía, les permite  disfrutar este deporte no para formarse como  matones, sino como personas que conocen las capacidades creativas de su cuerpo, pues hay bastante expresividad en la lucha, como en la danza.
Evaluar qué es lo mejor para un hijo o darle a éste la satisfacción de realizar las cosas que le llaman la atención, es de sumo valor. Si un niño quiere seguir el ejemplo de los luchadores que ve en la T.V. o en videojuegos, ¿qué mejor, que en lugar de estar torciendo manos a diestra y siniestra en la escuela, vayan a entrenar, sudar, hacer disciplina y comenzar a comprender las consecuencias y el valor de lo que hacen con su cuerpo?, ¿qué mejor, que a esto se sume una disciplina marcial y filosófica? No me interesa señalar a quienes debería de ponérsele una interrogante ética, prefiero y siempre me gusta extender la invitación a todas las personas que le hacen gestos de desprecio a las AMM, para que vean lo que ofrece un deporte que también representa una alternativa para los niños que tienen la inquietud, la energía, las ganas y las bases del carácter necesario para hacerse un luchador, y no que estén ahí sentadotes frente a la televisión, estimulados pero contenidos y hasta a veces medicados contra la alegría de vivir la infancia (agregue a esta última línea el sonido de violines bañados de melancolía).
 
Además, es prudente reconocer algunos de los  alcances de cualquier deporte en temas de salud. Tenemos la lucha contra la obesidad infantil (que en México es un problema de salud mal atendido), y el deporte,  les brinda a los chamacos una mayor condición cardiovascular; ayuda, junto con una buena alimentación, a que tengan un desarrollo máximo de todos sus sistemas; ayuda a que tengan una mejor noción sobre su propio cuerpo, cosa que mejora la postura, mejora su coordinación y balance; les proporciona un mayor control sobre el estrés, y reduce la posibilidad de tener complicaciones crónicas, como dolores de cabeza y de espalda; ayuda a mejorar el descanso; mejora las habilidades sociales y estas se reflejan en mayor seguridad, mejor autoestima, y una participación más activa como figura de liderazgo y competencia.
 
Concluyo con la invitación, no sólo a que se rompan los prejuicios sobre las AMM, que ayudaría a conseguir una comunidad más grande y enriquecida. Además le escribo, pidiéndole, rogándole a usted, querido lector, a que luche contra el sedentarismo infantil, sea o no por vía de las AMM, sino por cualquier deporte, y comprenda que el hábito requiere de una participación integral de la familia, porque se transmite y se logra retener con el ejemplo. Ande usted, y salga a correr con los niños de casa, y si no los tiene, ande a poner al sol y en movimiento al Xocoyote que lleva dentro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por compartir con todos tu opinión. Enjaulados crece y mejora gracias a tu participación!